Auto retrato




Rosada e inmaculada, coronada y de capa larga, fui a visitar al rey, para pedirle que me devolviera el corazón que yacía en su boca.
Mis mamas estaban llenas de leche y le cante la más antigua de las canciones de cuna, le ofrecí la más dulce de mis mieles y le prometí la vida.
Pero siguió masticando el corazón.
Saque de mi sexo, su sexo y se lo lance sobre la miseria que nos separaba, le cante el himno del partido que sobre esa miseria nos unió.
Se vio descubierto y lo mordió de muerte.
3 comentarios:
Bien está lo que bien acaba.
El que mastica corazones se merece eso y más.
Besos.
Hello! que tal? qe me paso bastante por tu blog! aunque no tenga tiempo para firmarte... U.U pero hoy si! :) nos vemos! chao!
preciosas imagenes....
un abrazo
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